Luis Cereceda (Don Pampa)
Entrevista el Mercurio de Antofagasta y Radio Digital FM.
El algodonero pampino
Por los años 60 me recuerdo por el sector de las Calles Linch, Latorre, Riquelme hasta llegar a las concesiones de la Calle Los Espinos, recorría estos lugares un señor que vendía estos ricos algodones dulces, los hacía en un carrito que tenia montada una maquinita artesanal en donde en forma bien higiénica mezclaba los ingredientes como el azúcar, los colorantes y otros secretos más.
Era un deleite para nosotros los niños de esa época degustar este tipo de dulces muy novedosos. El caballero me recuerdo vivia por la Calle Riquelme y en los días de suples, pagos y asignaciones familiares salía a vender a los niños estos algodones de colores con exquisitos sabores.
Recuerdo a uno de ellos, era un señor trabajador de la Seccion Casa de Fuerza, conocido cariñosamente como el "" siete suelas "", quien después de su agotadora jornada laboral salía a recorrer las calles del campamento con su máquina artesanal que según decían era creación de su propio ingenio y así deleitaba a los niños y gente pampina con sus exquisitos algodones dulces.
Con el correr de los años aparecieron varios más y recorrían periódicamente el campamento o bien buscaban aquellas actividades como parques de entretencion, circos , pulperia, colegios o cines y así ayudarse con su esfuerzo en hacer algunas moneditas extras.
Fue así como a través del tiempo este personaje pasó a ser algo cotidiano del vivir pampino para así quedar
arraigado actualmente en nuestro patrimonio Chileno de personajes típicos.
En la hermosa fotografía vemos a este gran pampino pedrino Pedro Guerra Rubilar, vendedor típico en las fiestas de Aniversario de nuestra querida tierra pedrina.
Un hombre sencillo, honesto y muy trabajador.
Luis Aliro Cereceda
Corporación Cultural Vivencias de la pampa.
Fotografía. Album personal del recuerdo pampino.
Créditos. Usuario internet.
Colo Colo de Pedro de Valdivia
Salitrera Pedro de Valdiva. Años 69 aproximadamente.
Desfile patrio con instituciones deportivas.
El recordado equipo de fútbol de nuestra salitrera.
Colo- Colo. Una grandiosa institución se hace presente orgullosamente portan la bandera gloriosa con dos hermosas damas pedrinas. Detrás de ellas los dos grandes y muy recordados dirigentes Francisco Segovia y Juan Paez.
La dama de la derecha portaestandarte mi querida esposa Maria Segovia y la dama del lado izquierdo el de lado izquierdo Susana Carvajal, detras de ellas todo el plantel de los jugadores infantiles y directivos del club.
Francisco Segovia y Juan Paez.
Luis Aliro Cereceda
Corporación Cultural Vivencias de la pampa
Fotografía. Album personal del recuerdo pampino.
El Gran Cocoliche en Pedro de Valdivia
Verano del año1960. Directamente desde Santiago llegaron a Pedro de Valdiva y María Elena parte de la agrupación de estudiantes de las Universidades de la Capital, junto a algunos directivos. Ellos fueron a través de muchos años los precursores de los famosos Clásicos Universitarios que engalanaban con hermosos espectáculos culturales el estadio nacional de nuestra capital.
Cantidades de obras pasaron por ese gran coliseo deportivo, como una fiesta con broche de oro para celebrar los encuentros de futbol de los verdaderos clásicos. Habían llegado a la pampa a solicitud de la Compañía Salitrera Anglo Lautaro para estudiar la forma de montar una de estas obras artísticas culturales en la pampa salitrera con uno de estos maravillosos espectáculos, el cuál debia llevarse a cabo en el reducto del estadio de futbol de Pedro de Valdiva y posteriormente en el coliseo de Maria Elena.
La idea era una especial invitación de la empresa Salitrera para darle un gran realce a la inauguración oficial de las torres de iluminación de los reductos deportivos de
ambas oficinas salitreras y con un espectáculo como éste sellarlos como broche de oro.
Fueron apoyados por la empresa en todo sentido en la parte logística y con varios trabajadores en los trabajos que se iban a realizar en conjunto con instituciones del orden social y cultural de ambas localidades.
A días de haber arribado a Pedro de Valdiva comienza el intenso ajetreo en el estadio pedrino para el montaje y puesta en escena del famoso cuentacuentos de 9
" Cocoliche ".
Un gigantesco y llamativo personaje armado de fierro y de diversos materiales que conformaban la estructura de este actor principal que sentado en su genial e inmenso piano de cola comenzaba a deleitar el pasar de los días, mientras una gran cantidad de actores ensayaba en las noches los diversos pasajes de la obra a mostrar al selecto público pampino.
Con el correr de los días Cocoliche llamaba poderosamente la atención por su gigantesca figura y cada día que pasaba se hacía más conocido y regalón en niños, jóvenes y adultos, esperando la llegada del debut de este gigante pianista que había nacido en una salitrera pampina y se había ganado el cariño de miles de habitantes de Pedro de Valdiva y de otras salitreras vecinas.
Días intensos, algarabía, ansias de ver el espectáculo, todo hablaba de algo novedoso y que se había logrado rescatar desde la capital para traerlo en vivo hasta las Salitreras del norte para que los habitantes pudieran disfrutar un evento cultural extraordinario.
Llegó el día de la puesta en escena del famoso cuentacuento
" Cocoliche " y ese estadio de futbol totalmente repleto para ver tan magna obra estudiantil, fué así como el desarrollo de las escenas se llevaron a tablero vuelto y con un gran entusiasmo el público pudo disfrutar en vivo y en directo un
colosal estreno de los verdaderos clásicos universitarios llegados directamente desde Santiago a la Salitrera Pedro de Valdiva y María Elena.
Unas horas de la noche de verano disfrutada intensamente a estadio repleto hizo que miles de asistentes pudieran reconocer esta obra producto de un gran trabajo en equipo. Y así fué......terminó el hermoso cuento de Cocoliche y se encendieron los focos alumbrando totalmente la cancha de fútbol pedrina obteniéndose una gran ovación del público asistente. Y así comienza la parte más esperada en el estadio con el retumbar de aquellos estruendos de los más bellos fuegos artificiales que cerraron la noche engalanada de mil colores alumbrando los cielos y las desoladas pampas calicheras.
Terminó la obra de " Cocoliche " y calabaza, calabaza, cada uno para
su casa.
Pasaron los días, semanas y meses y el recuerdo aun perduraba y a Cocoliche lo habían situado a un costado del estadio para dejarlo un tiempo dispuesto a que lo sintieran como un símbolo de una noche de un espectáculo maravilloso.
Posteriormente una semana más tarde se llevó a cabo el mismo proceso de preparación y presentación de esta maravillosa obra cultural en la pampa salitrera en oficina Maria Elena con la misma alegría y belleza del cuentacuentos de Cocoliche.
Así día a día los habitantes paseando llegaban hasta el sector del estadio para apreciar al gigantesco Cocoliche y recordar sus movimientos en esa noche de actuación de unos de los clásicos universitarios en pleno desierto pampino.
Y así fué como el tiempo fué pasando y de un día para otro éste muñeco gigantesco no apareció más en el sector apostado.
Pués una grúa lo tomó en alzas y arriba de un inmenso camión fué trasladado a su guardería que fué su casa eterna y que el tiempo se encargó de destruirlo lentamente en los inmensos patios del salvataje pedrino.
Y así terminó la historia del gran Cocoliche, el cuál a más de sesenta años aún perdura en el recuerdo de cientos de pampinos que llegaron desde diferentes Oficinas Salitreras a disfrutar de este gran Clásico Universitario.
Colorin, colorado, este cuento se
ha acabado.
Una bella imagen de revista pampa del año 1960, demuestra lo gigantesco de este muñeco y dá testimonio de lo narrado. La fotografía muestra un estruendoso fuego artificial rodeado precisamente de dos torres de iluminación encendidas en dicho acto de inauguración.
Texto escrito del recuerdo por
Luis Aliro Cereceda.
Corporación Cultural Vivencias de la pampa.
Colaboración de fotografías de un gran amigo pampino pedrino.
Ramón Contreras Nogales.
Fotografías propiedad de Don pampa y sacadas por el lente de ese gran fotógrafo pedrino Don Sergio Aliaga de revista pampa.
P/D. A la semana siguiente el primer encuentro deportivo con luz artificial con un gran encuentro de fútbol con el clásico salitrero entre lo equipos seleccionados de Pedro de Valdivia y María Elena, en donde los Eleninos sin contemplación golearon al seleccionado de Pedro de Valdivia.
Trabajadores de la Pulpería de Pedro de Valdivía
La pulpería de Pedro de Valdiva era uno de los lugares predilectos para hacer la compras diarias y abastecer el hogar.
Este grandioso supermercado contaba con una gran cantidad de secciones que ofrecían las más variadas mercaderías en abarrotes, carnicerías, tiendas, perfumerías y confiterías. La excelente atención, con personal idóneo, experimentados en sus conocimientos de las mercaderías en general.
En estas hermosas imágenes del recuerdo pampino vemos a los trabajadores dependientes que diariamente atendían a los trabajadores, familias y visitas que iban a este centro comercial a realizar sus compras.
Ahí conocí desde niño hasta ser joven a muchos grandes trabajadores que cumplían labores muy especiales en sus áreas. Excelentes y grandes personas.
Los hermanos Barruel, Zamora, Lalo Lizama, juanito Barria, Silvio González, Pedro Toloza, ticuaco Alvarez, Camuringa que después partió al despacho de trenes en tráfico mina, al mosco Rivera, Valenzuela, al gordito Valdivia jefe de abarrotes, a Pereira de la cantina, a don Roberto el viejito buena onda y bien humilde trabajador del patio que abría y cerraba el portón y muchos más que siempre recuerdo por sus excelentes formas de atención y después de amistad cuando ya fui creciendo.
Un centro comercial muy interesante que era un modelo de negocios estupendos para mantenerse abastecido.
Cuando niño en mi hogar yo era el encargado de hacer las compras semanales o lo que se necesitara. Para esto teníamos un saco harinero impecable y era la bolsa para proteger los productos ante golpes y roturas.
Era super responsable en este sentido y de vuelta con el saco al hombro partía rumbo a mi casa. Pero antes de regresar una sentadita afuera en el árbol y comer unas ricas roscas y un dulce Chilenito de mi amigo Lillo, realmente eran exquisitos.
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Luis Aliro Cereceda
El rincón de don Pampa
Corporación Cultural Vivencias
de la pampa.
Fotografías. Album personal del recuerdo pampino.
Créditos a usuarios varios.
Recuerdos de salitrera Pedro de Valdivia
La vida pampina era de trabajo, estudios, deportes, quehaceres hogareños, amistades, convivencias, todo llevado a buenos y gratos momentos para que la vida diaria fuera mucho más llevadera en estas desoladas pampas del norte Chileno.
Fueron miles de personas trabajadoras las que daban de si con grandes actitudes sociales, culturales y deportivas, todo llevado hacia un solo norte : La amistad y la cultura, para que sobre esa base se cimentaran los pilares de la forma de vida entre nosotros los habitantes.
A través de los años, muchos fueron los que durante cientos de jornadas deportivas dejaron muy en alto el nombre de cada una de las salitreras a través de su aporte en el deporte.
La parte social tubo muchas personas de ambos sexos que fueron elementos muy esenciales para el buen desarrollo de actividades en centros de madres, de hijos, de comunidades religiosas o de orden solidario.
Todo el acontecer pampino durante las acciones descritas tubieron su gran importancia en personas que de alguna u otra forma dejaron plasmadas bellas imagenes de estos acontecimientos que no dejaron indiferente a nadie. Es por eso que a través del tiempo aparecen recuerdos escritos, vídeos y lindas fotografías de gente pampina que entregaron su aporte a través de los años . Muchos de ellos viven y disfrutan al ver esos recuerdos, así como muchos de ellos ya descansan en su morada celestial al lado de Dios padre y les enviamos nuestros más sinceros respetos y cariños con estos recuerdos de imágenes pampinas, las cuales quedarán grabadas para la posteridad.
Luis Aliro Cereceda
El rincón de don Pampa
Corporación Cultural Vivencias de la pampa
Textos Luis Aliro Cereceda
Fotografías. Créditos a Diego Cubillos y archivos personales.
Monumentos a la familia pampina
Hermosas estatuas confeccionadas e instaladas en la remodelada Plaza de armas de Pozo Almonte.
Fueron instaladas como un gran homenaje a los pampinos, a los trabajadores, a los niños y a las sacrificadas mujeres de la pampa salitrera.
Realmente son muy hermosas y muy de piel porque demuestran un reconocimiento a nuestra vida en esos tiempos del sacrificio en las Oficinas Salitreras y que comenzaron en la época del salitre en la primera y segunda región. Se destaca y agradece a quienes han sabido rescatar lo memoria de nuestra historia pampina en esta serie de bellos monumentos.
En nuestra ciudad de Antofagasta necesitamos este tipo de esculturas que engrandecen nuestra Cultura y que hacen rebrotar nuestras raíces, donde aún resuenan y lo harán por muchos años como esas campanas de las Iglesias pampinas que fueron parte importante en el glorioso pasado salitrero.
Gracias por ese gran aporte a una gran Cultura que dió mucho por el país y que es muy poco lo que ha recibido, sino es por sus propios hijos.
Luis Aliro Cereceda
El rincón de don Pampa
Corporación Cultural Vivencias de la pampa.
Fotografías. Créditos a mi amiga pampina Alfa Gonzalez Aciares